La prevalencia de disfunción sexual en mujeres con artritis reumatoide es mayor de lo que se informó anteriormente.

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shutterstock_128291021Según un estudio reciente publicado en el Revista Brasileira de Reumatologia (Edición en inglés), la prevalencia de disfunción sexual en mujeres con artritis reumatoide es mayor que la reportada en la literatura sobre mujeres sanas.

Artritis reumatoide (AR) es una afección crónica y progresiva que afecta la membrana sinovial de las articulaciones y que, en última instancia, puede provocar la destrucción de huesos y cartílagos. La enfermedad conduce a diversos grados de discapacidad y tiene un impacto profundo en los aspectos económicos, sociales y psicológicos de la vida del paciente. Los dos campos principales de problemas sexuales que experimentan los pacientes con AR son: dificultad para realizar el acto sexual (discapacidad sexual) y disminución del deseo sexual, reflejado tanto en el deseo sexual como en una disminución de la satisfacción sexual. La incapacidad sexual se manifiesta por problemas como dolor articular y fatiga durante el coito, que presentan el 50-61% de los pacientes con AR. Sin embargo, no existen datos brasileños sobre la prevalencia de disfunción sexual en mujeres con AR temprana.

Con el fin de evaluar esta prevalencia y determinar la relación entre la disfunción sexual con la actividad de la AR y la discapacidad funcional, en su estudio titulado “Prevalencia de disfunción sexual entre pacientes mujeres seguidas en una cohorte de Brasilia de enfermedad reumatoide temprana artritis,Thaís Ferreira Costa del Servicio de Reumatología, Hospital Universitário de Brasilia, Universidade de Brasília, Brasilia en Brasil, y sus colegas evaluaron una población de 68 mujeres con diagnóstico de AR. Los investigadores evaluaron la actividad de la enfermedad (DAS 28), la discapacidad funcional (HAQ) y la función sexual femenina (FSF).

Los resultados revelaron que el 79,4% reportó actividad sexual en las últimas cuatro semanas. La puntuación media de la actividad de la enfermedad fue de 3,6 ± 1,5 y el HAQ medio fue de 0,7. La prevalencia de disfunción sexual (FSFI ≤26) fue del 79,6%. Los investigadores no encontraron relación entre la actividad de la enfermedad y la discapacidad funcional con la aparición de disfunción sexual en las pacientes evaluadas.

Con base en los resultados, los investigadores concluyeron que la prevalencia de disfunción sexual encontrada en este estudio fue mayor en comparación tanto con las cifras publicadas en la literatura en mujeres sanas (hasta un 40%), como con las encontradas en pacientes con artritis reumatoide (31– 76%).

Los investigadores indicaron que dado que la sexualidad es considerada como uno de los principales determinantes de la reducción de la calidad de vida, las preguntas que abordan estos aspectos deben estar entre los parámetros que evalúan el curso de la enfermedad.