¿QUÉ ES LA ARTRITIS REUMATOIDE?

La  (AR) Artritis Reumatoide es una enfermedad crónica que origina dolor, rigidez, hinchazón y pérdida de función en las articulaciones y puede  acompañarse en ocasiones de inflamación en otros órganos.
¿CUAL ES SU CAUSA?

La causa de la AR sigue siendo desconocida a día de hoy, se están produciendo importantes avances en la investigación de los mecanismos inmunológicos inflamatorios, que conducen a la artritis y al daño articular.
Recientes estudios demuestran que algunas personas tienen una tendencia hereditaria genética a desarrollar (AR).
Esta tendencia se asocia con la presencia de ciertos marcadores genéticos en la superficie de las células.
IMPACTO EN LA POBLACIÓN

La (AR) afecta a millones de personas en todo el mundo. El 60% mujeres. La edad de comienzo más frecuente de la (AR) Artritis Reumatoide es entre los 20 y los 45 años.
DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de la (AR) Artritis Reumatoide puede ser difícil a causa de que puede comenzar de forma gradual y por síntomas muy sutiles. Los análisis de sangre y las radiografías pueden ser normales al inicio del proceso. Los síntomas al comienzo, las articulaciones inicialmente afectas y la afección de otros órganos como los ojos, el pulmón o la piel, puede variar entre los distintos pacientes.
Otras artritis simulan las manifestaciones de la (AR) Artritis Reumatoide.
En algunas ocasiones, la destreza y experiencia del médico, son esenciales para establecer un diagnóstico preciso y proponer el tratamiento más apropiado.
Los criterios diagnósticos establecidos por el Colegio Americano de Reumatología, incluyen alguno de los siguientes:
  • Presencia de nódulos característicos en la piel
  • Rigidez articular matutina prolongada
  • Presencia de artritis de más de 6 semanas de duración
  • Erosiones articulares visibles por radiología
  • Positividad analítica de un anticuerpo que se conoce como factor reumatoide.
TRATAMIENTO

El tratamiento para pacientes con (AR) Artritis Reumatoide ha mejorado espectacularmente en los últimos 25 años, pudiendose ofrecer a la mayoría de los pacientes una considerable mejoría de sus síntomas y el mantenimiento de su capacidad funcional en niveles casi normales. No existe un tratamiento curativo para la AR; el objetivo del tratamiento es conseguir remisiones o situaciones de casi remisión de los pacientes y el mantenimiento de su capacidad funcional y de su calidad de vida.
Inicialmente pueden usarse drogas antiinflamatorias, pero los pacientes con (AR) Artritis Reumatoide y tumefacción persistente en las articulaciones son candidatos para el tratamiento con drogas capaces de modificar el curso de la enfermedad. Entre estas drogas se incluyen el Oro intramuscular, Metotrexato, Cloroquina, Sulfasalacina, Azatioprina y D-Penicilamina. Puede ser necesario añadir pequeñas dosis de córticoesteroides para controlar los síntomas, mantener la funcionalidad y ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad. Para las manifestaciones extraarticulares, pueden requerirse tratamientos con dosis elevadas de córticoesteroides y otras drogas. El ejercicio es importante para mantener la función. La aplicación de calor y frío y la protección articular pueden disminuir el dolor.
Los espectaculares resultados del reemplazamiento articular total (especialmetne para cadera y rodilla), puede lograr que pacientes con enfermedad muy avanzada, continúen conservando movilidad y capacidad funcional.
El tratamiento óptimo todo a lo largo de la enfermedad, depende de un abordaje multidisciplinario de la misma, incluyendo educación del paciente y la participación de otros agentes sanitarios, incluyéndose Reumatólogos, Médicos de Atención Primaria, Enfermería, Rehabilitadores, Psiquiatras y Cirujanos Ortopédicos.
El éxito del tratamiento de la (AR) Artritis Reumatoide depende de su diagnóstico precoz y de una terapia agresiva antes de que se produzca un deterioro funcional o un daño irreversible en las articulaciones.
EL PAPEL DEL REUMATÓLOGO EN EL TRATAMIENTO DE LA AR

La (AR) Artritis Reumatoide constituye el objetivo principal de la investigación en Reumatología a dia de hoy.
La naturaleza crónica de la enfermedad y la complejidad del diagnóstico y del tratamiento determinan un especial entrenamiento de los Reumatólogos en esta enfermedad y su insustituible papel en el cuidado de este tipo de pacientes. Es particularmente importante la necesidad de una amplia experiencia en el manejo de las drogas modificadoras de la enfermedad.